La Rotura del Tiempo



17.Octubre.2012
Un martes, o miércoles, tarde en el brasero



El fulgor de aquellos días
aminoraba el paso del reloj
ayudaba a revivir almas perdidas

Ganaban las alegrías a sus penas

La decadencia del minutero
aprisionaba contra el doceavo final
hasta poder provocar la rotura de
el mismo
               
                Y entonces

todo lo que fue lento
comenzó a correr
                (Galgo tras conejo)
aquellas almas perdidas no se reencontraron
las penas se notaban más que sus alegrías
                               (Aunque estas fueran más)

El fulgor se quedó en tenue luz
El reloj comenzó la oxidación,
tras una gravedad tan aplastante 
que comenzaba a transpirar sangre,
por un instante llegó a retroceder
hasta que el ancora no pudo con esa presión
y disparo el tiempo a la velocidad luz

                Y entonces

todo lo que fue lento
comenzó a correr

El fulgor se quedó en tenue luz
cuando,
el cambio llegó
ensombreciendo almas
                dispersando ciudades
                            atontando obviedades

Comentarios

  1. Reconozco que nada sé de poesía. Solo puedo hablarte de sensaciones y las imágenes que consigues con este poemme han encantado. Saludos

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    1. Eso es lo que consigue la poesía, de remover las sensaciones. Gracias por tus palabras David :) Saludos extremeños!

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