Reconciliación
en el bus,
el 21 de Septiembre,
admirando la nada alborotada.
Hay
veces que un simple saludo
me
interrumpe la lectura de las líneas del tráfico,
la
conexión de mis pensamientos con el paisaje
lo
absorto de las tramas de las hojas caídas de los árboles,
o la simple alborotada nada de la mañana.
Otras
veces,
me
reconcilia con el mundo.
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